Estoy
emocionado.
Es mi primer pico por encima de los 4000. Ya había estado por
encima de los 4000 metros, en el campo base de los Annapurnas, pero esto es
diferente, es acceder al pico.
El pico
en cuestión se llama Alamkouh. Kouh significa montaña en Farsi. El pico tiene
4861 metros de altura (metro más o metro menos). Se encuentra situado en la
cadena montañosa de Takht-e Suleyman, en el noroeste de Teherán.
Para la
ascensión, nos llevábamos preparando un mes y pico con los amigos iraníes. Con
lo que la rutina era hacer un pico, mínimo cada dos semanas, que son los fines
de semana que me encuentro en Teherán.
Salimos
el jueves a las 4 de la mañana de Teherán, y nos dirigimos al norte por la
carretera de Fasham, pasando por las pistas de esquí de Dizin. La carretera, una de las más transitadas por
los habitantes de Teherán en verano, ya que da acceso a las villas y segundas
residencias del norte de Teherán, es una carretera sinuosa, estrecha y
bacheada, que en invierno está cerrada por la nieve, ya que recorre tramos por
encima de los 3,200 metros.
Tras
pasar Dizin, se accede a la 59 que nos lleva directamente al valle de
Kelardasht, puerta para la cadena montañosa de Takht-e Suleyman a través del
valle que entra nordeste hacia el suroeste.
La
distancia desde Teherán a Kelardasht son unos
170 km, sin embargo se tarda unas buenas 4 horas en llegar hasta allí sin
tráfico.
En
Kelardasht, habíamos reservado un taxi 4x4 en la federación de montaña de Irán
para hacer el trasporte de aproximación. El recorrido en 4x4 son unos 20 km por
un camino de montaña en pésimas condiciones incluso para un 4x4. El trayecto
dura alrededor de una hora.
Sin
embargo las vistas del recorrido de acceso mediante 4x4 son excepcionales. El camino va por el interior del valle, a lado de un
maravilloso rio de montaña que baja siempre caudaloso, incluso en pleno verano,
gracias al deshielo de las nieves de la cadena montañosa. A lo largo del
recorrido se van encontrando rebaños de
ovejas y de vacas.
El
todoterreno nos dejó al final del camino accesible por vehículos. Ahí empezaba
el recorrido con las mochilas encima, subiendo por un estrecho camino al lado
del valle. En unas 3 horas se llega subiendo al campo base del Alamkouh. Este
llano, situado a 3750 metros, es un sitio fantástico para acampar, herboso y
con un magnifico rio con el que apagar la sed.
La
falta de aclimatación (debido al rápido ascenso) y el cansancio de viaje hicieron
efecto y creo que poca gente consiguió dormir bien (incluido yo).
A las
4:30 de la mañana ya estábamos en pie, preparando material y desayunos. A las
5:30 caminando.
El
acceso normal al pico se hace desde la arista sud-sudeste. El campo base esta
al sudeste del pico, y para llegar hasta la montaña se va a través del valle en
esta dirección y se empieza a coger nivel en varias montanas colindantes. El
acceso en el último tramo se hace pasando por varios desfiladeros con caída a
ambos lados, uno de ellos bastante peligroso, que con el viento racheado aun lo
hacía más impresionante.
Después
de varias horas de caminar y encontrarnos por encima de los 4,000 metros la
altura empieza a hacer efecto en mí y noto ciertas nauseas, un ligero mareo y
dolor de cabeza.
El último
tramo, yo diría los últimos 300 metros de desnivel, tienen alguna pasos de ascensión
algo más dura con algún momento de grimpada fácil, pero debido a la altura , el
viento y el malestar por la altura, a veces se hacía duro caminar a un ritmo
constante.
El pico
se encuentra en una arista con varias rocas acumuladas, con unos 5 metros de
grimpada con caída a ambos lados. La
cara norte da a una pared de unos 500 metros de altura.
Sin
duda impresionante.
Llegamos
al pico tras poco más de 4 horas de subida.
Las
fotos de turno, donde se rendía homenaje a los montañeros iraníes muertos la
misma semana en el Broad Peak en Pakistán.
Escasos
10 minutos en la cima, ya que el viento, y lo complicado de moverse en el pico
nos forzó a bajar rápidamente hacia el llano donde estábamos acampados.
La
bajada sin duda mucho más rápida, aunque las doloridas rodillas no permitían
hacer ninguna tontería, y preferimos la seguridad a la velocidad.
Tras la
llegada al lugar de acampada, recogimos las tiendas, comer un poco y rápido
hacia abajo donde nos estaba esperando el 4x4. En total unas 9 horas y pico de
caminata.
La
vuelta se hizo interminable, porque tras el duro recorrido de montaña, tocaba
las largas caravanas en la carretera.
Esta
vez volvíamos por el este de Teherán, a través de la población de Karaj, que
aunque recortaba el recorrido, no recortaba el tiempo. Llegábamos a Teherán a las 12:30 de la noche.
Al día siguiente tocaba trabajar.
Tarde
un par de días en recuperar el sueño perdido y que los dolores musculares
desaparecieran, pero valió la pena el esfuerzo.
Cómo estás? Hoy he recibido tu email! Haha me parece que tu aventura sigue. Me dijiste que volverías a España en octubre algo así, de verdad? Ya nos vemos. Saludos
ResponderEliminarManel! qué bonitos tus relatos de mntaña y esas fotos tremendas...un gusto leer tus conquistas montañeras mientras hago una parada del curreleo...sigue escribiendo y regalándonos tus relatos! un abrazo
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