Cuando llegué a Irán esta segunda vez me planteaba que podría hacer en mi
tiempo libre. Ya había estado en el país visitando los principales destinos
turísticos… o al menos eso creía yo.
Al hablar de Irán, a uno rápidamente le viene a la cabeza destinos como
Persepolis, Ispahán, Shiraz, la tumba del rey Ciro, etc… no voy a describir la
larga lista de destinos turísticos del país relacionados con la historia...
para esto están las guías turísticas.
Estando trabajando en Dubái estuve en contacto con personas que conocían más
en detalle Irán y me informaron que hay otras alternativas turísticas en el
país y estando ahora viviendo aquí he descubierto el enorme potencial que tiene
Irán como destino turístico para deportes de aventura y de montaña.
La lista de destinos que un deportista de montaña encuentra
en Irán es inacabable. Aunque os voy a presentar solo los sitios donde he
estado y que me han parecido interesantes y que no aparecen en las agencias de
viajes habitualmente.
Vamos a empezar cerca de Teherán.
En los alrededores de la ciudad se pueden hacer las siguientes actividades:
Se puede esquiar hasta muy avanzada la primavera, incluso en Verano.
Alrededor de Teherán están las estaciones de Esquí de Dizin y Op Ali. La
primera es bastante mejor que Op Ali. Sin llegar a los estándares de las
estaciones de Europa, puede colmar el gusanillo por esquiar. Aunque más
económica, no recomiendo Op Ali, los servicios son muy básicos y el equipo para
alquilar en bastante malas condiciones.
Alquiler de esquís en la
calle
Alquiler de botas en la
calle
El alquiler del material se hace en la calle, en la entrada de las pistas
de esquí. Las botas y esquís están amontonados, a veces desparejados, rotos e
incompletos.
Yo con botas de esquiar
rotas y discos de palos artesanales
Los palos son construidos por dos tubos unidos mediante alambres y el disco
de los palos esta hecho con plástico industrial recortado e incrustado.
A escasos minutos
de Teherán se pueden hacer hikes durante todo el año, desde fáciles hikes de un
par de horas como Chin Kalaq.
Vista de parte de los Alborz
desde Chin Kalaq
O bien el siempre
abarrotado Darakeh, donde familias, parejas, jóvenes escapan de la ciudad. Un
hike precioso, aunque hay tanta gente que es recomendable hacerlo a muy
temprana hora de la mañana, incluso en invierno.
Abarrotado camino de Darakeh
O si os gusta
algo más duro, cerca de Teherán se puede acceder a Kolo-Chal, Daraband o Tochal de 3964m, este último con
un ascenso a lo largo de algunas clavijas en la pared, puentes de metal,
cuerdas y un recorrido de unas 8-9 horas.
Cuello camino a Tochal.
Varios montañeros ascendiendo
Marcas en el camino a la
cima de Tochal.
Cima de Tochal. Refugio en
la Cima
Tambien muy cerca
de Teherán, en la base este de Darband hay una zona de escalada (bande Yakchal),
aunque solo es factible escalar avanzada la primavera o verano, dado que se
encuentra a unos 2200 m de altura. En la zona se puede hacer Boulder ya que hay
enormes rocas de 4-5 m de altura o bien rutas de varios largos de escalada. El
grado de las vías (a simple vista y sin tener más información estaría entre
sextos y séptimos). Es una zona que acabo de descubrir, no tengo todavía muchas
fotos ni información, sin embargo promete.
Boulder. Hello Rock
Boulder. Cerca de Mirror
Wall
Y para acabar
después de escalar una clara,…. Eso sí, sin alcohol
Clara después de escalar….
Con una canita
Y sin alcohol
Además, he visto
hacer habitualmente paragliding en la zona de Chin Kalaq, aunque de momento no
lo he probado.
Paragliding in Teherán.
Dada la pendiente
de las montañas, la altura y la bajada de los ríos tras el deshielo, me han
comentado que se puede hacer habitualmente rafting e hidrospeed, pero ni lo he
visto ni he podido probarlo, por lo que quedara para otro post.
Si nos alejamos
un poco de Teherán las opciones de hacer deportes de aventura se incrementan,
pero también aumenta la dificultad de acceder a ellos.
Mis opciones de
moverme fuera de Teherán a zonas no turísticas (como las ciudades históricas)
no son demasiado grandes. Visitar algunos pueblos requiere disponer de un coche
ya que el transporte público es complicado y requiere hacer cambios de medio de
transporte, lo cual no es fácil ya que casi nadie habla inglés y más de una vez
he ido a parar a un lugar que no quería. Al principio pensaba que era por mi
desconocimiento de la lengua, pero ahora que llevo algo más de tiempo también
sumaria el que los propios locales desconocen los lugares, pero culturalmente
no pueden decir que no saben o no entienden y te llevan donde les apetece y
luego montan un gran espectáculo.
Por ejemplo es
altamente recomendable ir al norte de Irán en la zona del mar Caspio. Ahí te
encuentras con que la imagen que se tiene de Irán es totalmente desconocida. La
zona norte es un entorno enormemente verde debido a que la cadena montañosa de
los Alborz retiene la humedad del mar Caspio. Estando allí uno se imagina estar
en Suiza o en una zona tropical. La humedad es alta, la lluvia frecuente y uno
de los principales cultivos es el arroz. Si eso mismo, arroz, enormes arrozales
como en una zona tropical, a pesar de que la principal idea que se tiene de
Irán es que es toda una zona desértica y pedregosa.
Arrozales cerca de Amol
En esa zona se
pueden hacer maravillosos hikes de todos los niveles, encontrando lugares
tranquilos y apartados de la civilización. Sin embargo, es una zona poco
frecuentada por turistas extranjeros y suele ser una zona de turismo local, por
lo que difícilmente se encontrara un lugar donde hospedarse donde hablen inglés
o servicios para turistas. A pesar de que son muy reacios al trato con las
personas de fuera, al igual que ocurre en España en las zonas rurales, son unas
personas entrañables. En muchos casos con ideales muy diferentes a los del
país.
Sang e chal
Filband
Un montañero que
se precie, no tiene que evitar acercarse al pico Damavand, la montaña más alta
de Irán con 5,600 metros de altura. Se trata de un volcán que aunque no esté
considerado como activo, sigue emitiendo fumarola de gases sulfurosos (creo que
nunca podre quitar ese olor de mi chaqueta de montana y mochila).
Damavand de lejos
A pesar de no
poder hacer cima por mal de altura, fue una enorme experiencia en muchos
sentidos, positiva y negativa.
Positiva porque
vi la cantidad de gente que se dedica a montaña en el país y experimenté alguno
de los límites que la montaña te pone y que debes aceptar, negativa por la
sensación del poco cuidado que tienen del medio ambiente y por la poca
predisposición que tienen respecto al turismo, especialmente al de fuera del país.
Respecto a la
poca consciencia medioambiental se debe a que una zona que podría ser
considerada como parque natural (como el Teide) está llena de basura, y no me
refiero solo a botellas y latas aisladas que dejan los “montañeros”, sino que
la gente deja la bolsa de basura con toda la basura allí donde acampan. El
campo base del pico a 4,300 m existe un vertedero con bolsas de basura.
Respecto a la
poca predisposición para el turismo, especialmente internacional, es debido, a
que no existen servicios (a diferencia de zonas de turismo histórico al sur de Irán),
el servicio turístico es considerado como un favor al turista (nacional o internacional)
y el trato es bastante malo a ambos.
Si eres
extranjero, intentaran sacarte el dinero de la manera que puedan. Como en mi
caso, que al ver que hablaba inglés, un local me dijo que tenía que pagar 60 dólares
por acceder a la montaña o llamaba a la policía. Afortunadamente el tema se solucionó
con la intervención de mis amigos que dijeron que era medio iraní (de padre
iraní y madre española)… eso y un par de frases en farsi y todo solucionado.
Campo base ruta sur. Damavand
Existen otras
zonas para explotar turismo de aventura, sin embargo dada la lejanía y la
dificultad de transporte requieren algo más que un fin de semana para visitar.
Estas zonas son
el Lorestan al oeste del país y sur de los montes Zagros. Se pueden hacer hikes
de diferentes niveles así como espeleología.
Como podéis ver, hacer deportes de aventura en Irán es todo una aventura, podéis
encontrar todo lo que se busca del deporte de aventura, nuevos retos tanto
deportivos como organizativos, variedad de destinos y alternativas de deportes,
las zonas un poco alejadas no están masificadas y se pueden hacer las cosas con
mucha tranquilidad.
A diferencia del turismo cultural e histórico del sur del país, donde
existe una variada oferta turísticas y sobre todo servicios acostumbrados al
turista (nacional o internacional), en cuanto subes al norte del país, tanto
cerca de Teherán y sobre todo en las zonas alejadas hay bastantes
inconvenientes que salvar.
No existen instalaciones que soporten la realización de deportes en general
y deportes de aventura en particular. Por ejemplo no hay muchos hoteles o hostales,
la calidad de los mismos es patética (descontad un par de estrellas en graduación
de hoteles en Irán), los caminos y las zonas no están muy indicados y no existe
una cartografía de calidad disponible. Incluso con gente local, hemos tenido
problemas para localizar las zonas.
Allí donde se encuentran algunos servicios, estos no están orientados al
cliente.
La mayoría no hablan inglés en absoluto (afortunadamente viajo
habitualmente con Iraníes) y a diferencia de otros países, en Irán, el cliente
no tiene la razón, la razón la tiene el ofertador del servicio quien hace un
favor al cliente (siempre que no esté cansado de trabajar “tanto”, que entonces
ni siquiera se mueve de la silla), un favor que es caro incluso para los
propios iraníes y si eres occidental y no hablas farsi pagas más (habitualmente
en los servicios como taxis te suelen cobrar entre un 25% y un 75% más que a
los locales, pero en otros servicios como acceso a gimnasios u otros centros el
porcentaje va directamente a cobrarte el doble sin posibilidad de regateo).
Existen muchas zonas de difícil acceso o que requieren un esfuerzo físico
suplementario y por ello menos masificadas no muy lejos de Teherán. En estas
zonas se puede beber agua directamente de las montañas por la limpieza del
entorno, por el contrario, la limpieza de las zonas fácilmente accesible no es
buena por la inexistencia de servicios como papeleras o contenedores y por la
facilidad que se tiene en el país de tirar cualquier cosa al suelo.
Sin embargo a pesar de la retrasada situación del país en la oferta
turística, el momento en que se realice una apertura (social, cultural,
religiosa...) e identifiquen que pueden ganar más dinero ofreciendo mejor
servicio, no tengo dudas que Irán se puede convertir en uno de los principales
destinos turísticos. Pueden ofrecer turismo de aventura, cultural, de ocio,
gastronómico, de playa y de montaña, de verano e invierno…. Sin embargo, para
que haya turistas es necesario que haya cambios en el país, no solo en la
oferta de servicio, si no en la aceptación y tolerancia a los turistas.
Creo que actualmente no muchas personas quieren pasar vacaciones en un país
donde la mujer tiene que llevar tapado el pelo y cubierto todo el cuerpo, donde
no hay alcohol, etc...
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