jueves, 29 de agosto de 2013

Iran. Hotel 5 estrellas

Esta semana me han cambiado a un hotel 5 estrellas. 
Que alegría podéis imaginar, lujo, buen servicio, calidad!!!…. 
Bueno, bueno…. 
Os recuerdo que esto es Irán y aquí la ISO 9001 y los controles de calidad tienen otro baremo.

Seguro que os acordáis de una serie del tricicle (hotel palace) donde gestionaban un hotel en el que pasaban las cosas más curiosas.
Hotel palace

Pues bien donde me encuentro, sucede algo similar a "hotel palace", a pesar de ser un hotel “5 estrellas” también pasan.

Llegue hace dos días por la noche, y como suele ser habitual en los hoteles del pais la puerta no funciona a la primera, el sistema no iba.
Como es también habitual en Irán, la culpa no es nunca del hotel, es siempre del cliente que hace algo mal... Supuestamente había puesto la tarjeta cerca de un móvil, el caso es que la tarjeta la llevaba en la mano y el móvil en la bolsa del portátil.... y es que las ondas son tan potentes.

Después de abrir la puerta, pues lo típico dejas las maletas (maleta en mi caso, ya que como un caracol, llevo mi casa a cuesta y cuanto mas pequena mejor), empiezas a investigar, donde están ubicadas diferentes cosas, donde están los interruptores, etc… 
La investigación acabo pronto, no porque la habitación sea pequeña (que lo es ¡) si no porque la mitad de las bombillas no funcionaban… pero bueno, dejemos las cosas así, porque era tarde y tenía que dormir.

A la mañana siguiente, ilusionado con mi nuevo hotel 5 estrellas, empecé a investigar más, y a simple vista encontré un revolucionario sistema de aire acondicionado. Un verdadero sistema digital de fabricación americana de los anos 70 (digital porque funciona apretando con los dedos)

.


Sistema digital de control del aire acondicionado

Si os fijáis, a pesar de que hay un poco de pintura que lo tapa, también veréis el maravilloso control de temperatura (es la palanquita en la parte superior, por supuesto no funciona).

Pero lo más innovador es el sistema de música alta fidelidad.


Sistema alta fidelidad

Como podéis ver es muy completo, selección de 4 canales de música (los botones plateados), y posiciones de volumen.. Lo último !!!. 
Espero no tener problemas por hacer fotografías de la última tecnología y hacer espionaje industrial.


Y para los amantes del arte y decoración rococó, las lámparas de la mesilla y el sofa empotrado al lado de la cama.

Lámpara rococó.

Ese mismo día, me fui a comprar algo para llenar la maravillosa nevera 30 cm x 30 cm x 30 cm que tienen todos los hoteles (incluidos los europeos). 
Algo de bebidas…. Agua, no penséis mal, aquí las botellitas de licores, ni en broma, algo de comida… y todo dentro de la nevera.

La tarde la pase fuera con unos amigos.

Al volver por la noche, cual es mi sorpresa, que no funciona ninguna luz de la habitación. Bajo a recepción y ni cortos ni perezosos me dicen… no se preocupe, "NO PROBLEM"(respuesta habitual cuando todo es un problema), no hay luz en toda la planta, mañana por la mañana antes de las 10 lo tienen solucionado….

Para los habituales de atencion al cliente, tendrian que aprender, esto es servicio al cliente, y no el famoso dicho americano “el cliente siempre tiene la razón”.

De modo que me cambie para ir a dormir a la luz de la luna con la ventana abierta.

Al día siguiente, como el hombre había dicho, antes de las 10 estaba solucionado…. Eran eso de las 9:30. Tampoco es tan importante que un hotel 5 estrellas este sin luz una planta durante 12 horas.

Os estoy aburriendo ¿???
Bueno ya acabo.

Con toda la movida de la electricidad, algunas bombillas se debieron fundir porque no funcionaban. De nuevo para bajo a avisar a recepción. Al cabo de un rato sube un colega de mantenimiento. Le explico lo que pasa y yo sigo haciendo cosas con el ordenador.
Al momento, el hombre viene hacia mí y me pide que me levante del sillón. Como no entiendo farsi, me imagine que quería explicarme algo….. si si, claro me levanto….

En ese momento, el hombre coge el sillón y lo lleva a la zona donde están las bombillas fundidas, se sube encima de él y se pone a cambiarlas…. Y yo me quedo con un palmo de narices de pie sin lugar para sentarme.

Bueno, tampoco fue tan grave. Al cabo de unos minutos, acaba de cambiar las bombillas. Me deja el sillón en el lugar donde estaban las bombillas fundidas y se larga.


Esta es la última anécdota ubicada en el hotel 5 estrellas. Cuando tenga un rato os explicare las cosas que me han ocurrido en los hoteles de 4 y 3 estrellas que como podéis imaginar van acorde al número de estrellas.

jueves, 22 de agosto de 2013

Iran. Damavand, 5600 metros inalcanzables.

No fue posible llegar a la cima del Damavand. La montaña con 5,600m parecía fácil pero fue inexpugnable… sin embargo esto me motiva para acometer nuevos retos.





 Damavand desde la distancia con nubes en la cima

Me siento decepcionado. Si es cierto. A pesar de entrenar para subir la cima del Damavand durante algunos meses, la falta de tiempo para aclimatar en altura tuvo un impacto directo en el mal de altura que estuve sufriendo tras pasar los 4,000 m.

Un fuerte dolor de cabeza, sien y ojos se apodero de mí, y aunque físicamente me encontraba fuerte, cada pocos metros de subida (varias decenas de pasos) tenía que parar porque mi cabeza parecía estallar.
Montamos la tienda en el campo base  situado a 4,300 metros en torno a las 2 de la tarde, y tras un breve descanso y un poco de comida y decidimos intentar aplicar la técnica de aclimatar de subir un poco más alto de donde dormiríamos, así que con una mochila con un poco de agua y chocolatinas, subimos hasta los 4,700 metros y bajamos de nuevo a los 4,300 del campo base.  En ese momento, 2 de las 5 personas del equipo estábamos sufriendo los efectos de la altura.

Damavand Base Camp

Instalando la tienda

Tan pronto como el sol empezaba a ocultarse tras los picos de alrededor, la temperatura empezó a bajar en picado, de manera que a la tienda a preparar algo para cenar e intentar ir a dormir pronto para levantarnos temprano para subir al pico. En ese momento, posponía la decisión de intentar subir al pico a la mañana siguiente, todo dependería de como durmiera la noche y si conseguía recuperarme lo suficiente como para tener las condiciones para subir.

Puesta de sol en Campo Base

Lamentablemente la noche fue horrible, apenas conseguí dormir un par de horas seguidas en una tienda abarrotada, donde no nos podíamos ni mover, donde la reducción de oxígeno y un dolor de cabeza bastante intenso hacía difícil dormir. Cuando el despertador sonaba a las 4:30 am, no me pillaba por sorpresa, llevaba varias horas despierto.

Efecto de la baja presión

A pesar de lo mucho que me fastidiaba, de que perdía una oportunidad excepcional para subir este pico y un pico de esta altura, decidí no subir. Junto a mí se quedarían en la tienda otras dos personas, en total 3 de 5 sufríamos el mal de altura.
Los dos héroes de nuestra expedición que no sufrían mal de altura, Zeinab y Hossein, salían dirección al pico tras algunas dudas, algo después de las 5 de la mañana. Unas 9 horas más tarde estaban de vuelta. Valorar el trabajo realizado por Zeinab que el mismo día se chafo un dedo y posiblemente lo tenía fisurado. Hossein hizo un trabajo genial a pesar de su falta de entrenamiento.

Zeinab y Hossein rodeados por aire sulfuroso en la cima del Damavand

En el camino a la cima tuvieron que pasar por un largo y frio camino, dejando la cascada helada en torno a los 5,000, así como sufrir las emanaciones de sulfuro que se generan cerca del cráter del volcán y  el viento que soplaba cerca de la cima en los últimos 300 o 400 metros.

Cascada helada

De vuelta nos explicaban la dureza del camino y nos presentaban algunas fotos del mismo.
Tras darles un rato para descansar y comer, se decidió bajar lo más rápido posible, ya que poco después del medio día el tiempo empeoro, las nubes empezaban a cubrir todo el cielo, se comentaba que pronto empezaría a llover y nadie quería estar en el campo base para descubrirlo. Hubo una desbandada y todo el mundo empezó a dejar el campo base.

Por encima de las nubes. Una cascada de nubes.

La bajada se complicó poco a poco por la densa niebla que cubría el camino y al final apenas se veían unos 10 metros delante de nosotros, afortunadamente el camino era muy claro y no hubo problemas. Una vez en el coche, la niebla nos acompañó por más de una hora, y apenas se veía, con lo que hubo que ir muy muy despacio.


Bajada entre la densa niebla.

Al llegar al hotel, a pesar de la terrible decepción de no haber podido ni siquiera intentar la cima, me siento enormemente contento por haber tomado la decisión racional de no subir, ya que hubiera retrasado a mis compañeros y puesto en riesgo mi salud,  y muy humilde por la lección aprendida de la situación.

En la montaña no importa lo fuerte que te encuentres o lo mucho que hayas entrenado ya que somos minúsculos elementos comparados con la madre naturaleza. Un segundo puede cambiarlo todo y hemos de tomar con humildad las opciones o contratiempos que ésta nos da.

Esto me motiva a voy a seguir poniéndome retos para conseguirlos y si hay posibilidad, volver a intentar subir el pico de Damavand. La montaña seguirá ahí por años.
Me gustaría dedicar este post a una persona con la que he compartido muchas salidas a la montaña y que ahora esa pasando un mal momento. Espero su pronta recuperación.


“Encontramos la humildad en la presencia de las fuerzas impredecibles de la montaña”. K2, Heidi Howkins

jueves, 1 de agosto de 2013

Iran. Mi primer 4800

Estoy emocionado. 
Es mi primer pico por encima de los 4000. Ya había estado por encima de los 4000 metros, en el campo base de los Annapurnas, pero esto es diferente, es acceder al pico.

El pico en cuestión se llama Alamkouh. Kouh significa montaña en Farsi. El pico tiene 4861 metros de altura (metro más o metro menos). Se encuentra situado en la cadena montañosa de Takht-e Suleyman, en el noroeste de Teherán.




Para la ascensión, nos llevábamos preparando un mes y pico con los amigos iraníes. Con lo que la rutina era hacer un pico, mínimo cada dos semanas, que son los fines de semana que me encuentro en Teherán.

Salimos el jueves a las 4 de la mañana de Teherán, y nos dirigimos al norte por la carretera de Fasham, pasando por las pistas de esquí de Dizin.  La carretera, una de las más transitadas por los habitantes de Teherán en verano, ya que da acceso a las villas y segundas residencias del norte de Teherán, es una carretera sinuosa, estrecha y bacheada, que en invierno está cerrada por la nieve, ya que recorre tramos por encima de los 3,200 metros.


Tras pasar Dizin, se accede a la 59 que nos lleva directamente al valle de Kelardasht, puerta para la cadena montañosa de Takht-e Suleyman a través del valle que entra nordeste hacia el suroeste.
La distancia desde Teherán a Kelardasht son unos  170 km, sin embargo se tarda unas buenas 4 horas en llegar hasta allí sin tráfico.



En Kelardasht, habíamos reservado un taxi 4x4 en la federación de montaña de Irán para hacer el trasporte de aproximación. El recorrido en 4x4 son unos 20 km por un camino de montaña en pésimas condiciones incluso para un 4x4. El trayecto dura alrededor de una hora.



Sin embargo las vistas del recorrido de acceso mediante 4x4  son excepcionales. El camino  va por el interior del valle, a lado de un maravilloso rio de montaña que baja siempre caudaloso, incluso en pleno verano, gracias al deshielo de las nieves de la cadena montañosa. A lo largo del recorrido  se van encontrando rebaños de ovejas y de vacas.






El todoterreno nos dejó al final del camino accesible por vehículos. Ahí empezaba el recorrido con las mochilas encima, subiendo por un estrecho camino al lado del valle. En unas 3 horas se llega subiendo al campo base del Alamkouh. Este llano, situado a 3750 metros, es un sitio fantástico para acampar, herboso y con un magnifico rio con el que apagar la sed.





Montamos las tiendas a pesar del fuerte viento que hacía. Antes de oscurecer, nos pusimos a hacer la cena con el hornillo y a dormir a las 9:30. A estas alturas un par de personas ya no se encontraban bien por el mal de altura. En cuanto se fue el sol, la temperatura bajo en picado, y si habíamos estado en manga corta hasta el momento, hubo que recurrir a los polares y a los sacos de dormir rápidamente.
La falta de aclimatación (debido al rápido ascenso) y el cansancio de viaje hicieron efecto y creo que poca gente consiguió dormir bien (incluido yo).
A las 4:30 de la mañana ya estábamos en pie, preparando material y desayunos. A las 5:30 caminando.




El acceso normal al pico se hace desde la arista sud-sudeste. El campo base esta al sudeste del pico, y para llegar hasta la montaña se va a través del valle en esta dirección y se empieza a coger nivel en varias montanas colindantes. El acceso en el último tramo se hace pasando por varios desfiladeros con caída a ambos lados, uno de ellos bastante peligroso, que con el viento racheado aun lo hacía más impresionante.
Después de varias horas de caminar y encontrarnos por encima de los 4,000 metros la altura empieza a hacer efecto en mí y noto ciertas nauseas, un ligero mareo y dolor de cabeza.
El último tramo, yo diría los últimos 300 metros de desnivel, tienen alguna pasos de ascensión algo más dura con algún momento de grimpada fácil, pero debido a la altura , el viento y el malestar por la altura, a veces se hacía duro caminar a un ritmo constante.




El pico se encuentra en una arista con varias rocas acumuladas, con unos 5 metros de grimpada con caída a ambos lados.  La cara norte da a una pared de unos 500 metros de altura.



Sin duda impresionante.
Llegamos al pico tras poco más de 4 horas de subida.
Las fotos de turno, donde se rendía homenaje a los montañeros iraníes muertos la misma semana en el Broad Peak en Pakistán.



Escasos 10 minutos en la cima, ya que el viento, y lo complicado de moverse en el pico nos forzó a bajar rápidamente hacia el llano donde estábamos acampados.
La bajada sin duda mucho más rápida, aunque las doloridas rodillas no permitían hacer ninguna tontería, y preferimos la seguridad a la velocidad.
Tras la llegada al lugar de acampada, recogimos las tiendas, comer un poco y rápido hacia abajo donde nos estaba esperando el 4x4. En total unas 9 horas y pico de caminata.
La vuelta se hizo interminable, porque tras el duro recorrido de montaña, tocaba las largas caravanas en la carretera.
Esta vez volvíamos por el este de Teherán, a través de la población de Karaj, que aunque recortaba el recorrido, no recortaba el tiempo.  Llegábamos a Teherán a las 12:30 de la noche. Al día siguiente tocaba trabajar.
Tarde un par de días en recuperar el sueño perdido y que los dolores musculares desaparecieran, pero valió la pena el esfuerzo.