domingo, 25 de octubre de 2015

Isla de la Reunión (II). Su gente y sociedad

Aparte de por su entorno natural, la Isla de la Reunión es remarcable por su gente.
Los habitantes de la Reunión son extremadamente agradables y próximos. No hay problema de hablar con ellos de cualquier tema, de hecho, cualquier momento es bueno para ellos de hablar, de hacer broma.

Hablar con ellos no siempre es fácil por el idioma. Los habitantes de la Reunión hablan Creole. El Creole es un idioma que proviene de los antiguos esclavos que fueron explotados durante la época colonial para el cultivo de caña.
Actualmente, en la Reunión se mezcla el francés, idioma oficial,  con el Creole. Incluso hablando francés, los habitantes de la Reunión, hablan un francés diferente a Metropol, hablan como cantando, con un ritmo con altibajos. Extremadamente agradable, aunque difícil de seguir.


Los fines de semana la montaña cambia extraordinariamente. Si durante la semana sólo se encuentra algún turista extranjero y los habitantes de las pequeñas villas. Sin embargo, el fin de semana se llena de trail runners, caminantes y montañeros.
Se trata en general de hombres de mediana edad, entre 25 y 45 años. Suben y bajan corriendo las enormes pendientes de los circos y los cráteres. Es enorme la afición que hay a este deporte, al trail running, tanto que es uno de los deportes favoritos y deportistas como Kilian Jornet son considerados como mitos por encima de jugadores de futbol. Solo el balonmano está al nivel de popularidad del trail running.

Es tanta la afición a la montaña que durante los fines de semana es difícil encontrar una plaza en los gites. Hay que reservar con mucha antelación los viernes y los sábados por la noche.




Durante todos los recorridos, incluidos los que hicimos el fin de semana, un elemento común ha sido que la gente madruga bastante para hacer los recorridos. Este horario, tiene una buena razón, la niebla que aparece en torno a las 14h o 15h. Hay que hacer los recorridos durante la mañana y estar poco después de comer en el destino.

En los viajes me gusta probar las comidas de cada una de las zonas, arriesgarme con los diferentes gustos. La comida de la isla de Reunión no es la más variada que conozco, pero aun así es buena. El plato más común es el arroz con lentejas. Este plato se suele acompañar con diferentes platos de carne como el p’tit boucain, que es cerdo con una serie de condimentos.
Habitualmente en todos los platos se pone un pequeño plato de salsa picante llamada Rougail, para acompañar. Esta es extremadamente picante.





Además, son parte reseñable de su cocina la vainilla, la miel y el chocolate, que forman condimentos habituales de la gastronomía de Isla Reunión, así como los postres típicos franceses.








En relación a las bebidas de Reunión, podemos degustar varios licores típicos del lugar como su ron añejo con vainilla y otros similares elaborados a partir de frutas como plátanos, coco, mango, etc., ron denominado “arrangé”.





Hablando del licor, aparte del ron, la gente bebe a todas horas cerveza, en grandes cantidades,  cada local de venta de ultramarinos, es también un lugar donde se vende cerveza; de hecho se distinguen por la publicidad de una marca conocida en la zona, “Bourbon”, “la dodo lé la”.



Por supuesto, luego hay restos de botellas tiradas por todos los sitios.

La caña de azúcar es el principal cultivo y producto exportado de esta isla, tanto en forma de azúcar como en forma de ron.




La Reunión depende de la importación de comida y de energía. Además, el desempleo representa un serio problema. Su Producto Interno Bruto por habitante es considerablemente inferior al de Francia continental. Por ello se beneficia de los fondos estructurales que otorga la Unión Europea a las zonas económicas menos favorecidas y de subsidios de Francia.


Y a pesar de ser una de las zonas con más desempleo de la unión europea, el nivel de vida es bastante elevado. Los precios de la comida y de la vivienda son más elevados que en España, cosa que no se entiende.

La historia de la Reunión ha sido compleja. Los árabes llegaron a la isla de Reunión en algún momento del siglo X. Los portugueses llegaron en 1513, la encontraron deshabitada y le pusieron el nombre de "Santa Apolonia". En 1638 fue ocupada por Francia, pasando a ser administrada desde Port Louis en Mauricio. La isla no sería oficialmente reclamada por Francia hasta 1642.
La colonización comenzaría en 1665 cuando la Compañía Francesa de las Indias Orientales envió a los primeros veinte colonos.

"Reunión" fue el nombre que recibió la isla en el año 1793 por decreto de la Convención de Francia, tras el derrocamiento de la dinastía de los Borbones, y el nombre conmemora la unión de los revolucionarios de Marsella con la Guardia Nacional de París, que tuvo lugar el 10 de agosto de 1792.

Reunión cuenta con unos ochocientos mil habitantes y debido a la situación geográfica de la reunión, de su historia como colonia, como enclave en el tráfico de esclavos y como puerto comercial, en la Reunión se pueden encontrar un gran variedad de grupos étnicos: europeo, africano, malgache, indio (hindú) y chino, así como personas de descendencia mixta.

Se desconoce con exactitud cuántas personas existen de cada etnia, porque los censos étnicos están prohibidos en Francia. Según las estimaciones, los habitantes de origen europeo constituyen aproximadamente un 25 % de la población, los habitantes de origen indio aproximadamente un 25 % y las personas de origen chino un 3 %. Los habitantes de origen mixto y los de etnias africanas y malgaches varían según las estimaciones.

Lo que llama la atención es que viven en una perfecta armonía. Parecen estar bien juntos y no parece haber problemas, pero sin embargo en las ciudades suelen estar las diferentes etnias separadas. Hay ciudades de mayoría blanca, otros de mayoría africana y otros creole.

lunes, 19 de octubre de 2015

Isla de la Reunión (I). El entorno físico.

Las vacaciones de este año nos han llevado a la isla de la Reunión. Después de varios años con el deseo de ir, al fin, los astros se han alineado para conseguirlo.
El vuelo desde Barcelona a Paris son un par de horas y de Paris a St.Denis al norte de la Isla de la Reunión son unas once horas. Sin embargo, a la ida se pasa rápido por el deseo de llegar.


Nada más llegar a la isla lo primero que llama la atención es la cantidad de zonas verdes que hay por todos los sitios, la humedad que el bosque transmite, incluso en el aeropuerto mismo, y mucho más a pocos kilómetros del mismo.
La vegetación invade cada uno de los pueblos y ciudades. Se puede observar relativa armonía entre los edificios y la naturaleza. 





La existencia de esta vegetación tan exuberante es posible gracias a la existencia de abundante agua; agua que proviene de numerosos ríos y torrentes que llenan la isla. Estos ríos se forman a partir de la condensación de la gran humedad que hay en la isla, así como las frecuentes lluvias que  caen sobre sobre esta isla.





La característica principal de la orografía de La Reunión es sus enormes montañas, o mejor dicho, cráteres de volcanes extintos (la mayoría).
Se distinguen especialmente 3 cráteres, o circos, el de Cilaos, el de Mafate y del de Salazie. Están justo en el centro de la isla, y posiblemente son el origen de la misma. En el sureste se encuentra el Pitón de la Fournaisse, volcán que aún se encuentra activo.
Lo que más me impresionó de los cráteres fue la enorme altura y la pendiente. Me esperaba ver cráteres como los de España, curvas redondeadas, pero me encontré con algo totalmente diferente. Unas paredes casi verticales y desniveles de casi 1000 metros.





Y al fondo de los cráteres, pueblecitos o aldeas que solo son alcanzables mediante caminos o mediante helicóptero. De modo que se encuentran a horas de la civilización. Hay que decir que se escucha habitualmente el paso de helicópteros por encima de los circos y nos informaron que es un medio habitual para transportar los alimentos y medicinas a los habitantes de estos pueblecitos.  
Parece imposible que se pueda acceder bajando por las escarpadas paredes de los circos, sin embargo, con caminos que están al borde del precipicio, que van zigzagueando por paredes de más de 45 grados de pendiente, se consigue acceder a diferentes áreas de los circos.



Como indicaba además de volcanes extintos, existe un volcán que se encuentra en activo, el Pitón de la Fournaisse que tuvimos oportunidad de visitar. La experiencia es magnífica y tuvimos la ventana temporal magnifica para verlo en todo su esplendor. Escuchar rugir a este monstruo, incluso desde la distancia y ver como expulsaba llamaradas y ríos de lava es uno de las experiencias más impactantes.



A pesar de la violencia, y de la destrucción que genera un volcán, la naturaleza es sabia y sabe cómo recuperarse de manera rápida, así que aunque el volcán quema absolutamente todo lo que encuentra en su camino, después es fuente de vida.


Estos volcanes han escarpado una orografía que además de ser muy abrupta, alcanza unas cotas elevadas con varios picos por encima de 2000 metros y algunos por encima de 2800 metros, lo cual resulta curioso en una isla que tiene exclusivamente 2500 km2.

Entre estos picos destaca por encima de los 3000 metros el pitón des Neiges. Se trata de un pico que tiene una subida fácil desde el Refuge Caverne Dufour, sin embargo, no nos dejemos engañar,  a pesar de encontrarse en una zona que podría considerarse tropical se trata de un 3000 con los correspondientes consecuencias…. Frio, viento, peligro.




El día que subimos al Pitón fue un día frio y con viento, con mucha niebla que no dejó ver absolutamente nada en varios metros. Así a pesar de saber que el sol hacía rato que había salido no pudimos ver absolutamente nada hasta estar en cotas más bajas.


 La niebla es un factor meteorológico básico a tener en cuenta por todo aquel que vaya a caminar a la reunión. Las primeras nubes aparecen en los circos en torno a las 14h, se tratan de unas nubes alargadas, como una carretera todas a una misma altura dentro del circo, poco a poco estas nubes se hacen más densas y a las 15-16 h ya está el cielo bastante cubierto. 
Un par de horas más tarde todo está cerrado y encapotado. Por este motivo hay que madrugar bastante para evitar que la niebla te coja a mitad de camino. Lo ideal es planificar las salidas con hora de llegada 14 a 15h y tener un margen.




Lo bueno de la Reunión es que en un espacio muy pequeño se puede encontrar una variedad de climas y de entornos tan diferentes. Desde bosques tropicales, bosque bajo y arbusto, playa, zonas semidesérticas y zonas volcánicas.
Los bosques de Reunión son espectaculares, casi al mismo nivel que los de Nueva Zelanda. Aunque más pequeños que los de Oceanía, estos son también fantásticos. Densos y tropicales, con una humedad desbordante y esa magia que se produce cuando la niebla densa cubre el bosque, haciendo que parezca encantado.




Las zonas de bosque bajo y arbusto se da frecuentemente en las zonas altas o allí donde ha habido recientes erupciones. Estos suelen ser de una variedad de colores que van desde el naranja, amarillo o simplemente verde.


Y las zonas quemadas por las recientes erupciones solo tienen que rocas volcánicas, lava y ceniza. Kilómetros de terrenos aparentemente yermos al estilo Mordor, del que poco a poco empiezan a surgir la vegetación de entre las fisuras que ha dejado la lava al quebrarse.


Las playas y la zona costera merecen un apartado adicional. Las playas de reunión son espectaculares, dignas de una isla tropical. La arena de la playa es o bien granular de arena de varias decenas de milímetros a bien arena totalmente fina.



También nos hemos encontrado zonas costeras totalmente rocosas, allí donde la lava de los volcanes ha llegado recientemente y ésta se ha fracturado bruscamente.


Un elemento común a todas las zonas costeras es la imposibilidad de bañarse en el agua alrededor de reunión a pesar de que la tentación es enorme.
El motivo no es otro que los tiburones. Desde hace unos años el gobierno ha prohibido la pesca tradicional de estos peces, lo cual sumado a la falta de depredadores naturales, ha generado una superpoblación de los mismos. Tanto que estos se adentran en la costa y está prohibido bañarse en las playas de Reunión si no hay una barrera de arrecife que impida la entrada de los tiburones (lagoon).


En referencia a los animales de la Reunión, no puedo decir que haya visto una variedad extraordinaria. Hay muy pocos mamíferos, a parte de los animales de granja.

Sí que hay bastante variedad de aves. Hay pájaros de colores vistosos que no había visto en ningún otro lugar y que seguramente son endémicos de la isla.  Estoy seguro que un ornitólogo debe considerar la Reunión como un sitio mágico por este tema.


Tampoco vi muchos reptiles, alguna lagartija y geekos en cerca de las viviendas.
Lo que sí que es habitual observar son unas arañas enormes que tejen unas inmensas redes entre árbol y árbol a lo largo y ancho de los caminos.





lunes, 8 de junio de 2015

Nantes y Rennes. Visita a la Bretaña

Nantes

 El viaje desde Barcelona a Nantes es un paseo. Excasas 2 horas en avión.

La llegada a Nantes es muy agradable. Nada más aterrizar se encuentra  fácilmente el bus que lleva al centro de la ciudad.
Me resulta curioso ver que la ciudad es bastante turística, escuchando en el aeropuerto y en el bus diferentes idiomas, sobre todo inglés. No lo esperaba.

El bus deja en la misma estación de trenes, centro neurálgico de la Ciudad
Mi primer objetivo es reencontrarme con la gastronomía francesa, uno de los elementos más preciado por mi de este amado pais. 
Lo primero parar en un mercado al aire libre de fin de semana, lleno de paradetas vendiendo queso, pan, brioche, embutidos y otros alimentos de la región. Es extremadamente agradable.
Despues de llenar las alforjas con las preciosas viandas, es el momento de tomar un desayuno a la francesa. Como siempre éste no defrauda.


Irse de Nantes sin comer una crepe sería un delito. Así que para no sentirme un delincuente... unas buenas crepes dulces con sidra.


Una visita por el centro de la ciudad despierta todos los sentidos humanos. Nantes acoge al visitante, no solo por sus monumentos o por sus jardines, sino también por la agradable atmósfera que uno percibe. 

El recorrido me traslada por las puertas del chateau des Ducs de Bretagne, Opera Graslin y diferentes iglesias.

Seguidamente, para acallar el hambre creciente, una excelente decisión gastronómica, visitar el edificio de LU. Antigua fabrica de galletas LU (Lefevre-Utile), actualmente definido como Le Lieu Unique, jugando con las iniciales. Se trata de una antigua fábrica acondicionada con un restaurante de gran calidad a un precio medio (30 euros por cabeza).
En el restaurante a parte de una excelente calidad en la comida y los vinos, tienen un servicio muy agradable.

Para bajar la comida y el vino que mejor que hacer una pequeña siesta en los numerosos parques de la ciudad de Nantes.



Una vez descansado es el momento de seguir visitando la ciudad, esta vez por las afueras. Por lo que no hay que dejar de ver zonas como los canales o la ille de Versailles.
Para ello utilizamos el mejor medio de transporte que se puede utilizar en Nantes. La bicicleta. La circulación en la población con bicicleta es segura y facilitadora. Nantes esta lleno de carril bici, podríamos decir que toda ella es un carril bici, y allí donde no hay carril bici o en las calles mas grandes, el respecto por los ciclistas es una norma.


Toca visitar brevemente la ciudad por la noche. Jóvenes y no tan jóvenes se pasean por la ciudad, aprovechan el buen tiempo que se vive este fin de semana en Nantes, después del frío invierno y húmeda primavera.


Después del un recorrido a pie, toca refrescarse, así pues nos aproximamos a diferentes bares de Nantes, distinguiendo claramente las dos zonas de salidas nocturnas, una mas popular y bohemia, y por otro lado una mas distinguida y de clase. La curiosidad de esta separación es que se da más por estilo que por coste económico, situándose la clara frontera en una avenida.



Visitar la bretaña sin hacer un recorrido en bicicleta por La Loire no cabía en mi cabeza. Así pues hacemos un recorrido dirección Angers. 
Rápidamente se accede al genial carril bici que va por los laterales de la Loire. A esas horas del domingo se ven bastantes familias con críos paseando en bicicleta, gente corriendo, una actividad frenética para hacer deporte y tomar el sol.


En las afueras de Nantes se dejan de ver tantos deportistas y pasamos a carril bici donde solo van bicis.


Un paseo por al lado de La Loire es imprescindible en la Bretaña.



De vuelta, toca de nuevo descansar en un fresco parque, esta vez lo hacemos con miles de personas mas en un encuentro de música, uno de los muchos que se realizan en estas fechas en la ciudad.



No se puede ir uno sin visitar el vecindario de L’ile de Nantes. Se trata de una zona en la que el ayuntamiento ha aprovechado el espacio generado por el cierre de astilleros para abrir la ciudad a la cultura. Allí podemos encontrar "Les Machines de l’ile", una serie de artefactos mecánicos con forma de animales. 



Además en la zona se encuentran diferentes locales de ocio, parques y jardines al lado del río... ideales para una siesta.

Después de dar una vuelta por el centro con las bicicletas, visitando Cours de Cambronne, le Passage Pommeraye  hay que saborear una buena sidra o buen vino al lado de la Place Royale.



Rennes
A unas dos horas en tren de Nantes se encuentra Rennes.
Esta población tiene un formidable casco antiguo. No es demasiado grande,  y aunque dispone de varias estructuras de arquitectura palaciega o eclesiástica, el mayor atractivo para pasear por Rennes se encuentra según mi punto de vista en las construcciones más populares de la época cortesana de Francia.



El caminar por Rennes traslada al visitante a la época de los mosqueteros en su versión mas popular, con sus casas, hostales y bares de la época, con sus estructuras de madera y vistoso colorido. Es una ciudad, cuyo casco viejo no tiene desperdicio.